De pequeños, nuestros padres insistían en la importancia de llevar unos zapatos limpios, bien lustrados con betún. Unos zapatos limpios es un símbolo de dignidad y resistencia a la adversidad.
Los zapatos no sólo son el cimiento, apoyo y protección de nuestros pies. Por su estética y estilo, los zapatos refuerzan la identidad de quienes los utilizan; son una extensión del yo.
Decimos que debemos «ponernos en los zapatos de los demás» cuando necesitamos volvernos más empáticos y comprender la situación del otro. Es decir, buscamos comprender los movimientos de vida de la otra persona, entender el motivo de sus acciones y las bases sobre las que toma sus decisiones y guía sus pasos.Encontrar la horma de tus zapatos, es encontrar a alguien afín a ti. No llevar zapatos, guarda estrecha relación con problemas de autoestima.
Algunos cuentos infantiles tienen como protagonista los zapatos. La Cenicienta, Blancaflor, ElGato con botas, Los zapatos rojos, Pulgarcito con sus botas de siete leguas,El mago de Oz.
En uno de estos cuentos el protagonista recibe unos zapatos de hierro, para caminar y tiene que superar una serie de pruebas hasta romper los zapatos que le has sido dados ( una especie de redención ).
Del cuento de la Cenicienta hay cientos de versiones , pero sin duda la más conocida es la de Charles Perrault, que inspiró la película de Disney. Inicialmente tocaremos el tema de las zapatillas de cristal desde una perspectiva psicológica. Según la famosa interpretación que el psicólogo Bruno Bettelheim hace de esa versión particular, la zapatilla es un símbolo del órgano genital femenino; el que esté hecha de cristal quebradizo representa la virginidad, que se pierde al final del baile.
La interpretación psicológica de La Cenicienta no es precisamente la narración romántica que todos esperábamos oír. Pero el psicoanálisis es famoso por ser crudo; casi podríamos decir que le fascina a la gente por sus interpretaciones tan brutales.La sexualidad en sí misma involucra una enorme cantidad de emociones, que van desde la angustia y el afán de poder, hasta la pasión desbordada, el amor auténtico y la compenetración íntima. En La Cenicienta se describe un proceso de enamoramiento que culmina en una demostración suprema de amor y una lucha de la pareja por permanecer junta.
Como hemos podido ver, una característica de los símbolos es que son multifacéticos, es decir, nunca se limitan a un solo sentido o significado. La zapatilla de cristal fue inventada por Perrault; en las versiones previas a la suya, la zapatilla estaba hecha de piel.El cristal es un material delicado y quebradizo que simboliza principalmente fragilidad y transparencia. Por el tipo de material podemos inferir que simbólicamente habla de una personalidad frágil e insegura, así como una actitud de transparencia y apertura frente al Príncipe por parte de Cenicienta. Un zapato de cristal, se supone que hace ruido al caminar,lo cual denota una necesidad de atención y afecto. El zapato que hace ruido al caminar, a menudo tiende a ser del gusto tanto de los hombres como de mujeres con tendencias seductoras, por la manera en que capturan a quienes los escuchan.
El zapato representa el órgano genital femenino, pero éste también puede simbolizar al masculino, por contener rasgos fálicos como el tacón o una punta muy filosa al frente.
Esto no es del todo malo, perverso o libidinoso. Es lo que el eminente psiquiatra Carl Jung llamó una coniuncto oppositorum («unión de opuestos»): simbólicamente, es la unión de ambos sexos. Es el ideal al que aspira toda pareja, una complementación afectiva muy profunda que va más allá del acto sexual y vivifica el alma, dándole sentido a la existencia misma. Es un simbolismo muy similar al del anillo de matrimonio.
Hans Christian Andersen escribió en 1845 Los zapatos rojos. La historia tiene varias de las características del danés: un final no muy prometedor, escenas algo macabras y moralina religiosa.
Segun Freud los zapatos son un símbolo de deseo sexual.El color rojo siempre ha indicado sangre, pecado, peligro. Karen empieza a sentir atracción por los zapatos rojos cuando tiene edad de confirmarse. Aunque de pequeña tuvo ya la tentación de otros zapatos, no cayó en ella, quizás entonces no estaba interesada. Pero es cuando empieza a ser adulta cuando se siente realmente atraída,, obsesionada y controlada por los zapatos rojos,unos zapatos con los que le es imposible dejar de bailar por alguna suerte de hechizo.La protagonista de la historia ve como única solución a su obsesión el que le corten los pies, pidiendo ayuda al carnicero del barrio. La única forma de librarse y olvidarse de sus zapatos.A pesar de no tener ni pies ni zapatos rojos, Karen no puede entrar a la iglesia por su cargo de conciencia. Con la aparición del ángel redentor, nos presenta la vanidad de la joven como escusa perfecta para que los niños que leen el cuento no hagan demasiadas preguntas.
En el Mago de Oz, Dorothy antes emprender su viaje, recibe unos zapatos de plata, aunque después en la película, para contrastar con las baldosas amarillas del camino, el guionista decide que sean unos zapatos de rubíes, es decir rojos. El autor del cuento el Mago de Oz, L.Frank Baum, era miembro de la sociedad Teosófica. El camino de baldosas amarillas que debe seguir la protagonista, representa el camino dorado hacia la espiritualidad o “ Golden Path”del budismo y los zapatos de plata según las escuelas ocultistas representan vínculo entre nuestra identidad material y espiritual. En la teosofía, el cuerpo físico y el astral están conectados por el cordón de plata,en éste caso los zapatos de Dorothy .